miércoles, 29 de enero de 2014

Gutiérrez

"...Lamento informarles que nuestro compañero Juan Sebastián Gutierrez falleció esta mañana luego de una valiente lucha contra una enfermedad..." cualquiera se queda paralizado y frío después de leer semejante noticia en el lugar menos esperado, el News feed de Facebook. No es el medio más indicado, todos lo sabemos, incluso la persona que lo había escrito lo dejó claro; luego alguien comentó en una mezcla de humor con sorpresa y tristeza "Marica, cómo es que ya nos empezamos a morir?" Refiriéndose a que los años nos empiezan a golpear cuando menos los esperamos. No entiendo por qué, si nos acabamos de graduar del colegio... Mentira, ya han pasado once años.  

No puedo decir que Juan Sebastián fuera mi amigo, no lo era. Para mi solo era un compañero más entre los 60 que se graduaron conmigo en el 2002. Tres recuerdos se aglutinaron en mi memoria cuando leí la noticia. El primero de cuando estábamos en primaria, no pasaríamos de los 7 años y yo queriendo evitar que dos matones me derramaran encima el yogurth que me estaba tomando, le arrojé a Juan Sebastian todo el contenido del vaso en su cara y su uniforme, me amenazó con contarle a su mamá y echarme encima a su hermano que estaba en quinto. El segundo recuerdo es de algunos años más tarde, cuando yo tenía mi combo de amigos y el hacía parte del grupo de los nerds (aunque él mismo no lo fuera), no obstante en algunos recreos yo me acercaba a ese grupo para compartir un rato; Gutierrez me recriminaba porque según él, yo solo los buscaba cuando había peleado con mi combo; era cierto.  

En el último recuerdo ya estábamos en noveno grado; Juan Camilo Gómez y yo nos burlábamos constantemente de él por sus gustos musicales que incluían a Britney y Aguilera, mientras nosotros comenzábamos a transitar nuestra senda metalera; más nos burlábamos cuando trataba de ganarse nuestra aprobación diciendo que le gustaba Bon Jovi (seguramente solo había escuchado "It`s my life", que sonaba por esos días en la radio).   

Escarbo en mi memoria y no puedo encontrar más recuerdos, no los hay. Simplemente no los construí. No puedo decir que me arrepiento de eso, es obvio que no nos podemos hacer amigos de todas las personas que pasan por nuestras vidas; pero si no fuera por Facebook y los contactos entre los contactos, ni siquiera me habría enterado de su muerte, eso si es triste.  

Leo y vuelvo a leer incontables veces la publicación de David sobre la muerte de Juan Sebastian, y no lo asimilo. Es que la palabra "falleció" es demasiado fuerte para unirla en una misma frase con el nombre de una persona de 28 años (que es lo que supongo que tenía). Siempre vemos la muerte como algo que llegará por allá después de los 70, eso nos enseñan, pero nunca nos enseñan a aceptarla como parte inexorable de la vida, para muchos está la religión, que en realidad es una cuestión de conveniencia para la mayoría; no es que no sientan miedo por su credo, sino que creen para no sentir miedo. Pero los que simplemente no somos capaces de creer seguimos con el miedo a la muerte hablándonos al oído a cada instante.   

Quién sabe si era feliz?, quién sabe si cumplió sus sueños? eso me hace pensar en los míos, será que me llegará la hora final en medio de la rutina y no me di cuenta cuando saltamos del 2002 al 2014 y pasaron 11 o 20 o 30 años? me sigue cayendo agua fría. recuerdo esa frase que dicen que es de Bob Marley, "nos pasamos la vida esperando que pase algo, y al final lo único que pasa es la vida". Será que Juan Sebastián vio pasar la vida ante sus ojos? será que la vivió?... vuelvo a sentir miedo.  

Ni siquiera era amigo de Gutierrez en Facebook, pero hurgué lo que pude en su muro, encontré que al parecer su mamá, que también hizo papel de padre, murió el año pasado... me sentí más mal aún, aunque no comprendo por qué; pero ese peso en mis espaldas estaba ahí, por eso tal vez acepté un par de solicitudes de amistad de ex-compañeros del colegio que me llegaron mas tarde. Por eso tal vez estoy escribiendo estas palabras. Descansa Juan Sebastián.

sábado, 11 de enero de 2014

El Pueblo de Ferias

En mi caso particular, la cuenta que llevo de mi edad aplica perfectamente para llevar la cuenta de la cantidad de Ferias de Manizales que he tenido que presenciar (o soportar), así que para información de algunos mi canción este año no fue 15 primaveras, sino más bien, 28 ferias. Aunque para hacerle honor a la verdad han sido unas cuantas menos, porque en algunos de tantos años he tenido la posibilidad (para mi dicha o desgracia) de huir de tan laureado evento. Además porque el año en que nací (86) la versión había sido cancelada en consideración a la tragedia de Armero, entonces cuenta como una menos.

Anualmente a partir del primer domingo del año y a lo largo de una semana completa (en la que se ven más procesiones y más viacrucis que en semana santa) se celebra la celebérrima feria de Manizales.
Confieso que al momento de pensar en este tema tenía toda la intención de despotricar cuanto pudiera de la Feria; pero entonces un poco de ética periodística (como si yo fuera periodista), me llevo a investigar un poquito más al respecto. Y es que sería hipócrita hablar del todo mal de la Feria, cuando en varias ocasiones he disfrutado de muchos de sus eventos, y en realidad creo que hay cosas que valen la pena. No estoy diciendo con esto que yo acostumbre “feriar”; además porque no sé de donde carajos la gente saca plata para parrandear una semana completa después de los gastos de navidad y con el comienzo del año escolar encima, más aun teniendo en cuenta que los precios se triplican y la entrada a todas partes la cobran.

La Feria de Manizales nació en 1954, por iniciativa de un señor llamado Óscar Hoyos Botero, quien seguramente se movía en los altos círculos sociales manizalitas, pues no tuvo mucho problema para convencer al alcalde de ese entonces, Mario Vélez Escobar, para armar aquí un parrandón imitando las fiestas sevillanas de España (lo de imitar no lo digo yo, lo dice la propia página de la Feria). El plato fuerte para entonces (y todavía) fue la temporada taurina, aunque la fiesta brava se había iniciado en Manizales por allá en 1897 en cualquier potrero y luego en la plaza de toros El Soldado que está ubicada en el batallón Ayacucho y que todavía está en uso; para el año 1951 ya estaba funcionando la actual plaza de toros a la que se llamó “La Monumental”, al igual que la de Barcelona, la de Sevilla, y la de México, como para no perder la costumbre de copiarnos de afuera (la de Maracaibo tiene el mismo nombre, pero esa fue construida después, entonces podemos decir que ellos nos copiaron a nosotros), hermoso sería que siguiéramos imitando a Barcelona y convirtiéramos la Monumental en un centro comercial tal y como hicieron ellos con la plaza de toros Las Arenas (vea que no es mentira).

Algunos años después del inicio de la festividad se inventaron el Reinado Internacional del Café, que para exaltar lo autóctono de la región y lo chévere de la cultura cafetera; de todos modos las hermosas representantes del grano arábigo no se salvan de la influencia española de la fiesta, pues es a ellas a quienes les toca vestirse de sevillanas y montarse en las famosas Carretas del Rocío, que también son traídas de España, puntualmente de una festividad religiosa llamada las Romerías del Rocío, celebrada en la provincia de Huelva y dedicadas a la virgen del mismo nombre.

Lo cierto es que la influencia de la Feria y sus eventos ha sido fuerte y se ha mantenido vigente durante 60 años (la versión del 2014 es la 58 porque en dos ocasiones ha sido cancelada), de ahí que popularmente se diga que Manizales fue la ciudad que le enseñó a hacer ferias a América y que existan varios eventos en todo el país cuya razón de ser sea la Feria de Manizales, por ejemplo el Reinado Nacional del Café, que se celebra en junio en Calarcá (Quindío) y donde se escoge la chamaca que representa a Colombia en el Reinado de la Feria (seguro que muchos no sabían ese dato); los eventos se han multiplicado dándonos otras opciones de disfrutar a los que no queremos ver inocentes animales sufriendo.

En el año 2006 la Feria de Manizales fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, eso en pocas palabras significa que el evento tiene garantizada una porción de la torta en el presupuesto nacional y que su existencia está garantizada mientras este titulo permanezca. Entonces uno se pregunta, ¿qué tiene de cultural esta vaina? A veces es difícil discernirlo. Los esfuerzos del Instituto de Cultura y Turismo (entidad encargada) son amplios y eso se puede evidenciar en una programación extensa y para todos los gustos, que sería maravilloso saber capitalizar en pro de un verdadero enriquecimiento cultural; y sin meterme en asuntos políticos y administrativos, si es visible el hecho de que las últimas versiones han sido un poco más accesibles al público en general.

Hay cosas muy buenas, en la Feria cabemos todos, hay para ver, hacer, comer, comprar y beber (ojalá civilizadamente). El problema aquí es de mentalidad colectiva, de que entendamos que fiesta y parranda son conceptos diferentes, que entendamos la Feria de Manizales como un espacio que debería ser para nuestra cultura, para el crecimiento de nuestra identidad; y no para que la Manizales sea célebre internacionalmente por el derramamiento de sangre (animal y humana); para que algunas faranduleras salgan a exhibir encima de un caballo las operaciones que se hicieron en diciembre, para que la inseguridad se dispare, para que la ciudad se vuelva insufrible por los trancones o para que los borrachos llenen de orines cuanta esquina se les atraviese, a menos que queramos que esa siga siendo nuestra cultura. 

miércoles, 1 de enero de 2014

El Propósito

1 de enero de 2014... 
Supongo que se podrían escribir tratados completos de psicología y antropología cuyo tema principal sean los propósitos de año nuevo, los cumplidos y los no cumplidos, que suelen ser la mayoría. 

Que bajar de peso, que hacer ejercicio, que estudiar más, viajar, leer, meditar, madrugar, vivir saludablemente, no tomar, dejar de fumar, ir a visitar a la abuela...en fin. Propósitos casi universales, y creo que no soy ajeno a la mayoría. 

De todos modos aquí estoy, con la deliciosa compañía de un café y buena música, comenzando a darle forma a uno de esos propósitos. Escribir un Blog. 

Soy de la generación del auge tecnológico y, si bien no se me da mal la generalidad de la oferta, estoy bastante lejos de ser un geek, tampoco lo pretendo.

Durante varios años fui reacio a cualquier acercamiento con las redes sociales pues me parecían poco más que ridiculeces, especialmente las primeras redes que llegaron a Colombia, o por lo menos de las que yo tuve noticia (hi5, MySpace...). Después caí en la cuenta de que las redes sociales no son las ridículas, los ridículos son algunos usuarios (digo "algunos" por aquello de ser políticamente correcto, otro de mis propósitos de año nuevo). No obstante tras ceder, cual adolescente, a las presiones de mis amigos decidí crear un perfil falso en Facebook, con un nombre bastante cómico y con la fotografía de Homero Señor x como foto de perfil, muy original yo, luego vi unos 30 perfiles más con la misma foto, y supe que mi genialidad no era tan única como yo pensaba. Con esa cuenta falsa disfruté de las mieles del Social Network durante un buen tiempo, pero cada vez se me hacía más difícil explicar por qué no tenía un perfil real y pedirle a la gente que aceptaran la solicitud del misterioso personaje. Decidí entonces salir del anonimato virtual y crear mi propio perfil; luego también supe que eso de tener identidades falsas en la red es ilegal. Ups... (aparte de eso, juro solemnemente que no hice nada indebido con esa cuenta) 

La pregunta que me hice hace poco fue, si siendo tan reacio Facebook y sus semejantes terminé cayendo en sus garras (o en sus redes), porque no adentrarme en el maravilloso, fascinante y estimulante mundo de los Blogs? ese que me ha llamado la atención y al que le encuentro tantas virtudes?... El Blog es ese recurso que hemos encontrado para expresar cuanta basura se nos ocurre, es una forma de creernos escritores sin fracasar estrepitosamente en el intento y pues, siendo gratis, qué más da? Blogs hay de todas las clases tamaños y sabores, cocina, moda, política, prepagos, neonazis, ciencia, tecnología, pseuo ciencia, pseudo tecnología, hasta brujería... radio blog, video blog (a ese no me le apunto, suficiente con mis palabras como para perturbarlos con mi imagen) la oferta es variopinta, así que, por qué no unirnos al carnaval? 

Entonces el que quiera perder unos minutos de su semana leyendo lo que sea que se me ocurra publicar, está cordialmente invitado a compartir este propósito de año nuevo. eso si, no garantizo nada cultivador ni enriquecedor, solo un poco de mis pensamientos. No espero tener un millón de lectores (ni me interesa), tampoco espero que una famosa empresa editorial descubra mi talento en bruto y me ofrezca un jugoso contrato (ese talento en bruto, bruto se quedará). 

En fin, espero que sea un buen ejercicio para mi, de exorcizar demonios (que no son pocos); además le escuché a alguien alguna vez decir que la escritura es como los músculos, que si no se ejercitan se atrofian... vamos a ver.